Un buen líder sabe cómo motivar al personal. Un buen líder es aquel que se ocupa fundamentalmente de generar, en si mismo y en los demás, los estados de ánimos adecuados y las situaciones propicias para aprovechar así el potencial y lo mejor de cada una de las personas con las que trabaja. De esta manera, además de lograr la disposición de su personal y la iniciativa propia, también favorece la efectividad, la organización y el trabajo en equipo.
A continuación le detallo las primeras 5 claves.
1. Juegue al juego del gran Lider: Para que los demás le sigan y le vean como un gran líder, es "Usted" quien antes tiene que verse y sentirse como el gran líder que quiere ser. ¡Véase liderando exitosamente a tantas personas como usted desee! ¡Destruya las limitaciones de su mente! ¡Sienta la energía y el entusiasmo que solo los grandes lideres son capaces de desarrollar y transmitir! Genere en usted mismo tantas emociones positivas como le sea posible. Nada le ayudara tanto a lograr grandes resultados, que el simple hecho de sacar lo mejor de si y ponerlo al servicio de los demás.
2. Escuche y Empatice: Difícilmente podrá motivar a alguien si nadie lo escucha atentamente. Y para ello suceda, debe ser "usted" quien primero deba escuchar. ¡Hágalo de manera sincera! Olvídese por un instante de sus propios intereses y bríndese la oportunidad de conocer previamente a la otra persona. Pregúntele por sus metas, implíquese en el conocimiento por sus objetivos a corto, mediano y largo plazo. Indague sobre si tiene sueños a nivel profesional que le gustaría realizar. Saque lo mejor de cada uno y con esta sencilla pero poderosa herramienta (escucha abierta y sincera) se ganará mucho más que la atención y la buena disponibilidad de esa persona para realizar la actividad o tarea que usted le pida.
3. Lidere con el Lenguaje: Utilice un lenguaje claro y sencillo. Sea preciso en cuanto a lo que pide. Explique lo que necesita y espera específicamente de la cada persona. El uso responsable del lenguaje positivo permitirá crear un ambiente y una cultura de empresa donde la posibilidad del logro, el crecimiento profesional y el desarrollo personal formarán parte de su estrategia de motivación.
4. Motive con Ejemplo: ¡Síganme! Con esta palabra casi mágica, seguida de la acción inmediata, los antiguos generales lograban formar soldados valerosos y temidos por el enemigo. Enseñar, educar y motivar con el ejemplo antes de pedir acción a los demás, lo pondrán a usted en un lugar privilegiado a la hora de liderar.
5. Trabaje desde el Compromiso de los Demás: De nada le servirá imponer un compromiso con el que nadie, excepto usted ( en el mejor de los casos) se siente a gusto. Pregunte cual es el compromiso de la otra persona y trabaje en el desarrollo del mismo, a la hora que recompensa simbólicamente cada pequeño logro y cada avance de su pupilo. Dilate posteriormente estos procesos e invite a la persona implicada a jugar un partido más grande con metas y objetivos más desafiantes. De esta manera aumentará proporcionalmente el sentido del compromiso con lo que hace.
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